Puertas - Guía de la Alhambra



Puerta de la Justicia

De las cuatro puertas exteriores del recinto amurallado de la Alhambra, la más monumental es la Puerta de la Justicia, edificada en 1348.

Junto a ella puede observarse un baluarte circular de artillería cristiana desde el que desciende un muro en piedra labrada, ante el que se talló una de las obras maestras del Renacimiento granadino, el Pilar de Carlos V.

A mitad de la Explanada existe otro pilar, mucho más modesto, dedicado al escritor Washington Irving por la ciudad de Granada, con motivo del centenario de su muerte (1859).

La Puerta de la Justicia es también conocida como Puerta de la Explanada por el amplio espacio que se extendía ante ella. Su majestuosa figura preside todo el espacio y se ha convertido en uno de los símbolos de la Alhambra.

De hecho, aparte de su función estructural, esta Puerta posee uno de los valores simbólicos más destacados de la Alhambra: la mano en la clave del gran arco de fachada y la llave en la clave del arco de entrada (símbolos islámicos), contrastan con la imagen gótica de la Virgen y el Niño, de Roberto Alemán, emplazada por orden de los Reyes Católicos sobre la inscripción árabe fundacional de la puerta.

Cuatro columnas adosadas en cuyos capiteles aparece la profesión de Fe musulmana, enmarcan el portón de la entrada que ha conservado sus hojas de madera chapadas en hierro y demás herrajes originales, recientemente restaurados.

El interior, como es característico de estas construcciones defensivas, se desarrolla en doble recodo, salvando un pronunciado desnivel, cubierto sucesivamente por bóvedas de aristas y una cúpula, pintadas con ladrillo rojo fingido, una de las características de la arquitectura nazarí.

A la salida se construyó, a petición de los vecinos de la Alhambra en 1588, un Retablo, obra de Diego de Navas el Joven, en el lugar en que se celebró la primera Misa tras la conquista. La cara interior de la Puerta conserva parte de la preciosa decoración original de rombos cerámicos en las albanegas del arco de herradura.

Frente a ella se desarrolla una amplia calle antemuro, al pie de la muralla, reforzada tras la conquista, mediante restos de lajas sepulcrales. Continuando brevemente el ascenso de la calle se desemboca en el punto de inicio del itinerario oficial de visita, la fachada de la Puerta del Vino, ante la Plaza de los Aljibes.



Plaza de los Aljibes

El nombre de esta plaza proviene de unos aljibes que construyó el Conde de Tendilla en 1494 en el barranco que separa la Alcazaba y los palacios. Estos aljibes, de 34 metros de largo, 6 de ancho y 8 de alto, se convirtieron posteriormente en la plaza actual al soterrarlos junto con las calles y las plazas circundantes. La plaza forma una extensa explanada entre las torres y las defensas de la Alhambra por un lado, y por otro por la Puerta del Vino y los Palacios árabes y el Palacio de Carlos V, que nos muestra unas espléndidas vistas de la ciudad, el Albayzín y el Sacromonte.

Una vez cruzada la Puerta de la Justicia llegaremos a la Plaza de los Aljibes donde está la Puerta del Vino. La plaza debe su nombre a los depósitos de agua que se construyeron bajo ella por orden del Conde de Tendilla.



Puerta del Vino

Era utilizada para el acceso, a través de la calle Real, a la Medina o Ciudad de la Alhambra, situada en lo que actualmente se denomina "Alhambra Alta". La fachada occidental (que da a la plaza de los Aljibes) es la más antigua, y en ella podemos ver la llave que aparecía también en la Puerta de la Justicia. Es una de las edificaciones más antiguas de la Alhambra, atribuyéndose a Mohamed II, segundo monarca Nazarí. Aunque esta puerta ahora queda aislada, en la época medieval se encontraba rodeada por una serie de edificaciones que cerraban por este lado la plaza de los Aljibes.

Parece que la Puerta del Vino es una de las construcciones más antiguas de la Alhambra, quizás de la época de Mohamed II. Hoy la encontramos aislada dentro de la Plaza de los Aljibes aunque posiblemente formaba parte de un conjunto de construcciones que cerraba la citada plaza.

Desde 1556, los vecinos de la Alhambra depositaban en esta puerta el vino que consumían y que estaba exento de impuestos, lo que explica de donde proviene el nombre de la puerta, aunque existe otra teoría que dice que su nombre proviene de una simple equivocación, una confusión entre las palabras «Bib al-hamra'» (Puerta Roja o Puerta de la Alhambra), que se supone el nombre original de la puerta, y «Bib al-jamra» (Puerta del Vino), lo cual también probaría que ésta era la puerta que permitía el acceso a la Alhambra Alta.

La fachada exterior de la puerta es la más antigua, posee un arco de herradura apuntado y dovelas rebajadas en relieve. En su dintel aparece un símbolo, una llave con un cordón, y un tablero de escayola que reza: «Gloria a nuestro Señor el Sultan Abu 'Abd Allah al-Gani Billah» (Mohamed V). Posee esta fachada un balcón gemelo, al igual que la fachada posterior, de más moderna construcción.

En la fachada posterior podemos admirar un arco con enjutas guarnecidas de decoración policroma de ladrillo. Sobre el arco, aparece un dintel adovelado que sirve de apoyo al segundo cuerpo, donde se encuentra en balcón gemelo anteriormente mencionado y en el que se puede leer en el cruce de sus arcos «Sólo Dios es vencedor» junto al escudo de los reyes nazaríes.

Esta preciosa puerta ha proporcionado uno de los temas preferidos de los acuarelistas británicos y franceses que visitaban Granada en el siglo XIX. Claude Débussy se inspiró en una de estas imágenes cuando compuso una pieza, con sabor sugestivamente español, que tiene como título el mismo nombre de la puerta.



Puerta de Armas

Desde el Barrio Castrense de la Alcazaba se accede a uno de los miradores más bellos y espectaculares de toda la Alhambra sobre la ciudad baja de Granada, el Albaicín, el Sacromonte y el valle del Río Darro: la azotea o terraza de la Puerta de las Armas, ya denominada así -Bib Silah- en un documento de 1470.

Se trata de una de las cuatro grandes puertas exteriores y oficiales de la Alhambra y de ellas, la que habitualmente usaban los granadinos. Para ingresar en la fortaleza pues, hasta avanzado el siglo XIV, era la que comunicaba directamente con el interior de Granada, quedando las otras tres extramuros de la ciudad. Es una de las principales edificaciones que se levantan en la Alhambra, todavía en el siglo XIII, entroncando estructural y decorativamente con la tradición almohade de puerta en recodo.



Puerta de los Siete Suelos

En el paseo por la cara exterior de la muralla de la Alhambra se suceden varias torres y una puerta: la Puerta de los Siete Suelos, una de las cuatro exteriores del recinto.

Esta puerta daba acceso a la zona alta de la Medina de la Alhambra, área de la ciudad palacio de carácter fundamentalmente artesana. Edificada en el siglo XIV sobre otra anterior, fue parcialmente destruida, al igual que todo este sector de la muralla, por la voladura de las tropas napoleónicas en su retirada de la fortaleza en 1812.

La puerta pudo ser reconstruida, en los años sesenta del pasado siglo, gracias a la recopilación de grabados y fotografías antiguas. El baluarte circular situado ante ella es protagonista de uno de los "Cuentos de la Alhambra" de Washington Irving.



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